“La época actual expone como nunca el goce sexual pero oculta, anula, deja poco lugar para la elaboración de los duelos”, es una de las tesis que plantea de inicio este libro.

El COVID 19 atravesó al mundo entero confrontando al sujeto contemporáneo con la presencia de la muerte sin velo. Liliana Cazenave (2018) dirá “el gran miedo a la muerte es de esta época” (p.8). Sabemos con Freud y Lacan que sexualidad y muerte constituyen un límite real de lo que se puede simbolizar.

De inicio encontramos un recorrido histórico sobre el duelo. ¿Nos encontramos en una época proclive a su borramiento? La muerte como imposible y sus tratamientos es con lo que se ven muchas veces confrontados los practicantes del psicoanálisis en la clínica. El encuentro de un niño con un analista puede brindar una chance de intervenir para transformar el dolor de existir en alegría de vivir.

Sabemos que en la infancia estamos frente al nacimiento del sujeto. Así, este libro enseña sobre los duelos, sus diversas formas de manifestación, los obstáculos en la elaboración de éstos, independientemente de que el practicante tenga o no práctica clínica con niños.

El duelo y los niños

La elección del “y” en el lugar de “con” interpela. Los duelos no son terreno exclusivo de los adultos. Para advenir sujeto, el ser hablante tendrá que tramitar sucesivos duelos: por los padres amados de la primera infancia, por el cuerpo de la infancia, etc.

El niño en los distintos momentos tendrá que elaborar sucesivos impases que le permitirán el encuentro con su propio deseo. Asimismo, juegan un papel clave aquellos que encarnen la función de transmisión en la constitución subjetiva. Duelos detenidos, duelos que faltan, niños tapón del duelo, niños desamparados, son algunos de los puntos que abordan los distintos autores que participan de este libro.

¿Qué lugar para el duelo hoy?

El siglo XXI se caracteriza por ser una época que deja poco lugar para la elaboración del duelo. En el siglo anterior, los ritos, las ceremonias, los cultos permitían tratar la muerte y posibilitar el duelo. La pandemia tuvo como consecuencia que el horror de la muerte retornara de manera feroz.

Los niños han de ser preservados de enterarse de la muerte. Los discursos que daban un tratamiento de la muerte y el duelo se presentan obsoletos. Sin embargo, el saber que brinda internet a los niños no evita la angustia a la que algunos se ven confrontados.

Así, cada uno de los IV capítulos que componen este libro aborda un punto respecto al duelo. Encontrarán los siguientes títulos: Parte I. El duelo en las épocas. Parte II. Perspectivas psicoanalíticas del duelo. Parte III. La pubertad y sus duelos. Y la Parte IV. Clínica psicoanalítica del duelo.

Clínica psicoanalítica del duelo: ¿Qué aporta el psicoanálisis?

Sexualidad y muerte se siguen presentando como dos tópicos que muchas veces llevan a la consulta con un analista. El sujeto actual, frente a las dificultades que presenta la época para elaborar el duelo, recurre al espacio analítico en búsqueda de un espacio donde ser alojados y posibilitar estos duelos.

¿Qué posibilita un análisis? Los casos clínicos que se presentan permiten dar cuenta de cómo cada sujeto, en singular, arma sus propios ritos, sus propias ficciones, invenciones singulares- a medida.

Retomando el título de este número: “El final y después: Duelos y melancolías”, este libro se presenta como una invitación a dejarse enseñar acerca de cómo el encuentro con un analista puede brindar la chance de, frente al “final”, inventar un después…

Los invito a leer este excelente libro.

Referencias

Cazenave, Liliana y otros (2018). El duelo y los niños. Compiladoras Susana Golber y Etel Stoisa. Departamento Pequeño Hans. Psicoanalisis con niños y adolescentes 5. Editorial Grama.

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